¿Qué hacer si sufres sexismo en las aulas del instituto? 10 trucos para evitar que te discriminen por ser chica

No se trata de dar la lata todo el día, hasta que te cojan manía, pero tampoco puedes permitir que en el siglo XXI te hagan sentir inferior a los hombres por no haber nacido con pito. 


Evita convertirte en una de esas tiquismiquis que exigen siempre que se hable de "alumnos y alumnas" o "portavoces y portavozas", pues aburren a las ovejas. Si machacas mucho, sacando el tema del feminismo a la primera de cambio, sólo conseguirás que te pongan una equis, y que cuando tengas una reivindicación justa te descalifiquen fácilmente con el argumento de "ya está otra vez esa pasada", y pasen a otro tema. Pero por otro lado, tampoco puedes mirar hacia otro lado, o pasar por alto una situación clara de discriminación. Si no ayudas, nunca puedes esperar que te apoyen a ti cuando sea necesario. Trata de guardar el equilibrio.

¿Qué puedes hacer si sufres sexismo en las aulas del instituto? Repasamos 10 trucos para evitar que te discriminen por ser chica.

1. Examina si tú misma estás cayendo en comportamientos machistas. Pues sí, muchas veces somos nosotras las responsables de que se perpetúen los estereotipos. Si les dices a tus compañeros "hoy te has quedado de niñera" (en femenino, aunque sean chicos, como si sólo pudiéramos cuidar niños nosotras), o por ejemplo das más importancia a los comentarios y sugerencias que te hacen ellos y minusvaloras a las otras chicas, sin darte cuenta, tú misma estás contribuyendo a que se nos haga de menos. A veces sin pensarlo calificas una clase aburrida como un "coñazo", mientras que un tío generoso contigo, es "cojonudo". Caes en lo que se llaman "micromachismos".

Si todos (y también todas) nos examináramos mentalmente para descubrir qué estamos haciendo mal, y corregir nuestros comportamientos erróneos, entonces se acabaría rápidamente el machismo.

2. La educación y la urbanidad son muy positivas, pero no deben ser sexistas. Que te cedan el paso cuando vas a salir o incluso que te aparten la silla de la mesa para que puedas sentarte es positivo, o sea las normas de cortesía son necesarias y resultan bastante agradables. Pero no pueden confundirse con la prepotencia y la supremacía masculina. O sea, si al día siguiente eres tú la que permites al mismo chico que salga antes, no toleres que se niegue argumentando burradas como que "yo nunca puedo ir por delante antes que una dama" o algo así. Somos todos iguales.

3. No permitas que los profesores caigan en el sexismo. Por norma general los míos están bastante concienciados y no he tenido ningún problema, tanto con hombres como con mujeres. Pero resulta inevitable caer en tópicos, así que ellos tampoco están exentos de cometer fallos. Si detectas alguno, no se trata de poner a caldo al profesor, interrumpir su clase o algo así, pues como te cojan manía no vas a aprobar hasta 2098. Pero sí que se puede comentar el asunto ordenadamente. Imagina que siempre ponen ejemplos en los que las mujeres cuidan a los niños y limpian, y los médicos, policías o abogados son siempre hombres, o que siempre preguntan a tíos. Yo tenía una profe de inglés que siempre nos ponía frases dudosas, para esta señora "Bruce" sólo podía ser "brave" o "strong", pero cuando hablaba de "Mary" era "beautiful" o estaba "in the kitchen with my mother". Al final se dio cuenta de que lo estaba haciendo mal, porque nos entraba la risa.

Házselo saber a ellos mismos, quizás no se han dado cuenta. Sin perder la sonrisa.

Por supuesto, puede darse el caso de que un docente esté discriminando o vejando a las alumnas, o sea que se dé una situación claramente machista y tóxica. Debo aclarar que nunca me ha ocurrido nada igual, pero entonces tienes un problema grave, deberíais juntaros todos los alumnos para avisar a la dirección del centro, y exigirles que tomen las medidas pertinentes.

4. Contesta a las bromas sexistas. Se repiten muchísimo los chistes machistas e incluso he visto a algunas compañeras (chicas) riéndose de ellas o contándolos, cuando no tienen ninguna gracia. Si te alteras o te cabreas visiblemente los chicos (que a veces tienen poca madurez) no sólo no dejarán de hacer este tipo de comentarios jocosos, sino que te darán la tabarra todavía más. Me ha dado buen resultado responder con un chiste feminista similar. O sea que si te dicen "tú como eres tía, eres la parte inútil del potorro", pues contesta "tú sin embargo no tienes ninguna parte útil, porque el cerebro que tienes en la cola no te vale para nada". Y punto pelota. Al final verás cómo puedes con ellos y se avergonzarán de meterse contigo.

5. Preséntate voluntaria para tareas, como ser la delegada de clase, transportar algo que pese, hacer de portavoz cuando hagáis un trabajo en grupo o lo que sea. A veces se tiende a pensar que algunos cargos son específicamente masculinos, y al final como consecuencia directa de esta actitud, los altos ejecutivos de las empresas suelen ser hombres. Hace falta cortar por lo sano con esta costumbre desde la época escolar, y tú puedes poner tu granito de arena. Basta con dejar bastante claro que tú eres igual de válida para cualquier tarea, y tienes una predisposición positiva a llevarla a cabo. 

6. No te dejes nunca interrumpir por chicos hasta que hayas acabado de hablar. A veces, parece que sólo ellos tienen derecho a opinar, tanto en clase como cuando estás hablando con amigos. Te pueden llegar a decir que debes callar para dar paso a los hombres, como si tus opiniones no tuvieran ninguna importancia. De hecho, suele ser más habitual que nos eduquen desde pequeñas para no explayarnos demasiado, y dejar que prevalezcan sus formas de pensar. Pues bien, no se trata de parecer borde, ni mucho menos, pero si no has terminado de expresar tus pensamientos, y alguien trata de hacer que pares, a veces basta con una frase sencilla, estilo "déjame acabar" o "ten un poco de educación, que yo te he dejado hablar a ti".

7. Tolerancia cero al acoso sexual. Todas estamos hartas de escuchar guarradas y que elogien partes de nuestra anatomía de forma grosera, o al revés, nos denigren por "no tener suficientes tetas" o algo similar. También a que nos pidan besos, tocarnos el culo o algo peor. Debes denunciar cualquier comentario inapropiado, pedir que no te miren a las tetas cuando conversan contigo y en los casos más extremos usar disimuladamente la grabadora del móvil, para tener pruebas.

8. Que no te excluyan en los deportes. Se tiende a pensar que son exclusivamente masculinos y dan por sentado que ni te interesa practicar, ni hablar de ellos. Por cierto, los éxitos femeninos en cualquier disciplina se minimizan, se tiende a hablar siempre del fútbol masculino, hace menos ruido que ganemos el mundial femenino que un pedo de Cristiano Ronaldo. Recuérdaselo a la gente, siempre que tengas oportunidad.

9. Examina que las normas sean iguales para todos. Recuerdo que en mi colegio estaba específicamente prohibido que nosotras lleváramos pantalones que quedaran por debajo de las rodillas. Sólo las chicas. Nadie dijo nada, pero si hubiera sido un alumno habría dado igual que me los pusiera. No se debe permitir, las reglas deben ser justas e iguales para todos. No vale que las chicas deban entrar las primeras tras el recreo, a las doce y veinte, y ellos a y media.

10. Reivindica a la mujer en las diferentes asignaturas. Por razones históricas, tradicionalmente se nos ha relegado a las mujeres a tareas secundarias,y no se nos ha permitido dedicarnos a la ciencia, las matemáticas, la música, la política o la literatura. Las pocas que lo han intentado han sufrido todo tipo de trabas. Eso explica por qué muchas materias parecen copadas por hombres. Pero eso no significa que no existieran, o que deban ser excluidas por sistema de los libros de texto. Por eso está bien que a veces preguntes si no existían figuras destacadas femeninas en un determinado momento histórico. Y si te ponen un trabajo sobre literatura española del XVIII, ¿qué tal hacerlo sobre Cecilia Böhl de Faber y Ruiz de Larrea, que tenía que firmar como Fernán Caballero? Ya lo harán sobre tíos casi todos los demás.